Vivimos en un país en el que se otorgan los puestos clave por dedazo, donde se permite el delito y se promueve el nepotismo y el compadrazgo, y donde la impunidad solo cesa por interéses políticos.
La partidocracia es el cáncer de México y la antítesis de una meritocracia, el sistema político esta diseñado para buscar la permanencia en el poder, no para administrar eficientemente.
Esto es así por que los ciudadanos lo permitimos, con abstención, apatía e ignorancia.
La administración estatal es ineficiente, debido a que su propósito es el poder, usan los recursos ciudadanos para sus intereses, no para los de la ciudadanía. Saben de gobernar, no de administrar.
Si queremos cambiar esto, personas con interés público, orientadas a resultados antes que a discursos, sin restricciones ni ataduras a partidos, sin favores que pagar, han de ser quienes tengan la responsabilidad de la administración pública.
Dejemos de hablar de gobiernos y comencemos a hablar de administraciones.
Identificaremos a los expertos, comprobaremos su experiencia y solicitaremos quórum para determinar a los más aptos.
Sin la participación de partidos políticos, ubicar y promover al ciudadano que quiera y tenga la capacidad de administrar recursos públicos o desarrollar iniciativas de ley.
Toda comunicación ha de ser pública, si no está a la vista de todos, no existe.
Nos organizaremos geopolíticamente, determinando un representante en cada nivel:
Calle -> Colonia -> Distrito -> Municipio -> Estado -> País
Los representantes serán electos meritocráticamente. De entre los representantes electos de un nivel se elegirá al del nivel superior.
De los representantes de cada calle sale el representante de colonia.
De los de las colonias sale el del distrito, de los de distritos el del municipio.
De los de los municipios el del estado y finalmente de estos saldrá el candidato a presidente.
Para mantener la estructura y evitar los vicios de los partidos, se tendrá el compromiso de votar por los representantes electos meritocráticamente, es decir, no por popularidad, sino porque se demuestre claramente que es el mejor candidato al puesto.
Para ello todas las pruebas, currículo, propuestas, testimonios comprobables, declaraciones y evidencias sobre los candidatos serán públicas y el voto, dentro de la organización estará basado en las mismas.
El voto dentro de la organización no será secreto, respetando el principio de Transparencia Absoluta y tomando completa responsabilidad por nuestras acciones.
Los requisitos serán
Las personas somos emocionales y tomamos decisiones emocionales. El mayor riesgo de vicio es elegir a un candidato que nos cae bien o con el que nos identificamos en lugar del más apto.
También pueden votar por compadres, clientes, proveedores o cualquier persona que le sea de interés o genere un provecho, económico, político o de otra índole.
Educación e Instrucción. La educación es pensamiento crítico e independiente. La instrucción es conocimiento adecuado al caso, simple y fácil de transmitir.
Instruiremos a todos los participantes y a toda persona interesada. Exhortaremos permanentemente el pensamiento crítico, cultivándolo al hacerlo de un gran valor en las personas, digno de admiración, incentivando su aplicación, permanentemente.
La meta es contar con una plataforma educativa gratuita, interactiva, simple y práctica, un verdadero repositorio de soluciones, dónde se valore el mérito, se celebren los logros y se exhorte la mejora continua.
Personas más capacitadas hacen mejores ciudadanos, tienen mayores ingresos, ahorran más, gastan más, contribuyen más y se gasta menos en ellos, ya que usan menos programas sociales.
Simple: Enfocándonos en los resultados, con una evaluación e inspección constante, responsabilizando a cada persona de sus competencias individuales.
Responsabilidad total, pragmática, orientada cien por cien a resultados, sin importar preferencias, libre de otro tipo de orientaciones, mérito puro.Hay mucho que puede hacerse desde este frente, sin tomar del presupuesto, con aportaciones voluntarias:
El objetivo es que cualquier persona que quiera ser un representante meritocrático pueda capacitarse correctamente, en tiempo y forma, así se tendrá un volumen de personas preparadas y con las aptitudes para desempeñarse públicamente, sin deber favores.
Los políticos no tienen incentivos para un cambio. Nosotros sí, así que organicémonos.
Voto público. Transparencia total. Que alguién verdaderamente capaz e inteligente que tenga oportunidad de representar a la nación.
Somos nosotros lo ciudadanos los primeros interesados en desarrollar una meritocracia. Somos nosotros quienes tenemos más motivos, y somos nosotros quienes podemos, debemos y queremos hacer mucho por lograrlo.
La presente propuesta, aunque simple, no es fácil de lograr. Requiere de gran valor e integración, de una organización exitosa, de unión, compromiso, esfuerzo, pero vale la pena. Personas orientadas a soluciones contribuyen en el éxito a largo plazo, si, pero permanente.
Promoviendo las metas, difundiendo la propuesto, contribuyendo con la ejecución, pavimentamos el camino, dejamos un marco de trabajo vivo, actualizable, renovable para una organización cívica y voluntaria exitosa.
Sencillo como parecen, confiamos en que los principios aquí presentados construirán una sólida y amplia visión de desarrollo, bajo constante y permanente trabajo en conjunto lograremos un administración responsable, en la que un liderazgo comprometido esté presente en cada uno de sus miembros.
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